Ocho claves para mejorar tu alimentación de cara a 2021

Comenzar el año con buen pie es una de las metas que todos tenemos en mente con la llegada de cada mes de enero.

Sin duda, marcarnos objetivos y propósitos de año nuevo es una de las rutinas habituales que llevamos a cabo para intentar mejorar nuestro estilo de vida.

Por ello, en el post de hoy te vamos a dar ocho claves para que puedas mejorar tu alimentación de cara a 2021.

Planifica tu menú semanal

Organizar la compra semanal es una de las tareas que mayor beneficio puede suponer para nosotros, no solo a nivel de salud, sino también para nuestro bolsillo.

Al contrario de lo que muchos creen, es posible realizar un menú semanal saludable sin grandes costes que nos permita nutrirnos de forma saludable, placentera y variada.

Alimentos como las legumbres, cereales integrales, fruta, verdura, hortalizas, pollo, huevo o lácteos son perfectamente compatibles con un menú saludable, y no tienen un coste elevado.

Eso sí, recuerda controlar bien las cantidades a cocinar. Ya que, por muy saludable que sea un alimento no deja de tener un contenido calórico que se ve incrementado cuanto mayor es la ración que comemos.

A continuación te mostramos algunos ejemplos de menús saludables semanales propuestos desde Vitónica que puedes empezar a probar desde ya en tu dieta.

La fruta y los frutos secos siempre a mano

Tener alimentos saludable siempre a mano es un recurso muy útil para ayudar a prevenir los picoteos indeseables entre horas. O al menos —si no podemos prevenirlos— para incluir alimentos más saludables y saciantes que permitan calmar nuestro apetito de forma prolongada.

Un buen truco es llevar siempre en nuestro bolso o mochila algún táper con frutos secos y piezas de fruta. Además, la ventaja que tienen este tipo de alimentos es que no son perecederos, por lo que pueden aguantar bastante tiempo al no necesitar del frío para su conservación.

Menos carne y más vegetales

Ciertos estudios científicos muestran que las dietas donde se incrementa el consumo de alimentos de origen vegetal, por lo general, presentan un perfil más saludable que otros modelos de alimentación donde predominan los alimentos de origen animal.

Con esta recomendación no animamos a renunciar al consumo de todo tipo de carne ni de otros productos de origen animal, sino a incrementar el consumo de vegetales en la medida de lo posible.

Una buena estrategia nutricional consiste en acompañar cada plato —esté compuesto por carne o no— con una guarnición a base de vegetales.

Ojo, porque las patatas no cuentan. O al menos no deberían ser la base de nuestras guarniciones según recomienda la Universidad de Harvard en 'El Plato para Comer Saludable', un modelo de alimentación que sirve actualmente de referencia para los profesionales sanitarios en materia de nutrición.

Deja el alcohol aparcado

A pesar de que las bebidas alcohólicas forman parte de nuestra cultura, es innegable que su consumo está relacionado con multitud de enfermedades metabólicas, como obesidad, enfermedad cardiovascular y renal, e incluso el cáncer.

Debemos aceptar la realidad sobre estos productos tal y como es, e intentar disminuir su consumo en la medida de lo posible si queremos apostar por la salud.

Esta recomendación se puede aplicar tanto a bebidas alcohólicas destiladas, como el whisky, ron o ginebra, como a otras de menor grado alcohólico como la cerveza y el vino. Recuerda que no hay cantidad segura para el consumo de alcohol, y que en pequeñas dosis también es perjudicial para la salud.

Reduce poco a poco el azúcar de tu dieta

El azúcar es un compuesto prácticamente omnipresente en muchos productos alimenticios que encontramos en el supermercado.

Por ello, es recomendable reducir su consumo en la medida de lo posible, ya que es un ingrediente relacionado con problemas de salud como obesidad, diabetes o caries, entre otros trastornos metabólicos.

Consumir menos azúcar añadido te ayudará a percibir de forma más intensa los sabores naturales de algunos alimentos como la fruta, ya que habitualmente tienden a pasar desapercibidos para nuestro paladar cuando el azúcar es el protagonista.

Dale una oportunidad a los fogones

Algunas investigaciones muestran una relación directa entre aquellas personas que cocinan a menudo en casa y una mejor calidad nutricional de la dieta.

En concreto, cocinar de forma más frecuente en casa se relaciona con una mayor preocupación por la salud poblacional. Además, un mayor desempeño en la cocina está relacionado con una menor ingesta de productos ultraprocesados, lo cuál sin duda supone un beneficio para el organismo al fomentar el seguimiento de un patrón dietético mucho más saludable.

Hoy en día es complicado dedicar mucho tiempo en la cocina, sin embargo no es necesario cocinar durante horas para obtener recetas saludables y apetitosas. A continuación te mostramos algunas recetas sencillas con las que podrás iniciarte en el noble arte culinario durante este año 2020 para mejorar tu salud.

Los dulces solo en ocasiones especiales

Renunciar a manjares como el chocolate, la tarta de queso o cualquier postre típico de tu pueblo es una tarea bastante complicada, y eso lo sabemos todos.

Por ello, es recomendable aprender a diferenciar estos momentos puntuales —dónde es posible consumir algún producto insano—, de nuestra rutina alimentaria habitual.

Celebraciones como los cumpleaños, bodas, o las propias Navidades, son momentos donde llevamos a cabo un consumo alimentario excesivo, en la mayoría de las ocasiones. Sin embargo, conviene aprender a disfrutar de ellos sin culpabilidad, relegando para estas ocasiones el consumo de dulces y productos menos saludables.

Beber agua no es una señal de derrota

Actualmente, todavía existen algunas personas con la creencia arraigada de que beber agua durante las comidas es una práctica aburrida y poco placentera.

Sin embargo, reducir la carga calórica de nuestras salidas a bares y restaurantes es relativamente sencillo si cambiamos el consumo de refrescos, cerveza o vino por el líquido cristalino de referencia: el agua.

Incluso podemos plantear como rutina el consumo de agua en casa y dejar otras bebidas menos saludables para momentos puntuales y salidas fuera de casa, tal y como recomendamos hacer con los dulces y las bebidas alcohólicas.

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