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Estrógenos y la mujer deportista

En la mujer, los estrógenos se producen a partir del colesterol dentro del ovario, en hombres y mujeres postmenopáusicas esta reacción de la conversión de testosterona a estrógeno ocurre en el adipocito (grasa corporal).

La secreción de estrógeno durante el ciclo menstrual puede variar, aumentando de 10-100 veces. También está muy relacionado con cambios a nivel plasmático (sangre) de hormonas como la folículo estimulante (FSH), hormona Latinizante (LH) y progesterona. Los anticonceptivos orales disminuyen la producción de estrógenos disminuyendo la posibilidad de un embarazo.

El ciclo menstrual inicia desde la pubertad hasta la menopausia. Los estrógenos participan en el desarrollo, maduración y envejecimiento del hueso, músculo y tejidos conectivos (ej. Tendones ligamentos). Una mujer postmenopáusica tiene mayor riesgo de lesión musculo-esquelética, disminuye la densidad ósea, la masa muscular y genera mayor resistencia anabólica (desarrollo muscular) por lo que se recomienda la terapia de remplazo hormonal así como el ejercicio de fuerza. Una mujer joven que utiliza anticonceptivos orales puede generar los mismos riesgos que una mujer menopaúsica, se ha visto que los anticonceptivos orales aumentan el riesgo de alguna tendinopatía, en comparación a hombres que son más propensos a una lesión muscular que a una lesión tendinosa.

Aplicaciones prácticas

En la mujer joven recreativa (que no es de elite) debería de cuidar su ciclo menstrual, ya que al tener un ciclo regular hay mejoría de la calidad de tendones, huesos y músculos, así como el aumento de la fuerza de los mismos.

En mujeres competitivas, durante la etapa de preparación deben también de centrarse en la regulación de su ciclo menstrual ya que les ayudara a tener mejores adaptaciones al entrenamiento, aunque en los periodos competitivos se podría utilizar anticonceptivos orales bajos en progesterona, ya que los que son altos en progesterona aumenta el riesgo de lesión musculo-esquelética y disminución de la síntesis de proteína.

En la mujer postmenopáusica, la terapia de remplazo hormonal a largo plazo disminuye la fuerza de tendones, pero él no usarla acelera la aparición de sarcopenia y osteoporosis, por lo que esto justifica el uso de la terapia de remplazo hormonal teniendo en cuenta los aspectos antes mencionados en cuanto al entrenamiento.

Fuente:

G, Ismael. Estrógenos Más Allá de la Función Sexual. Natiss. Marzo, 2019.

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